martes, 17 de junio de 2008

Nada viene

Y nada viene, y nada va, todo queda incierto en un adiós inconcluso, despedida tras despedida que se convierten en sonrisas enrojecidas por humos tribales. La sangre cambia se vuelve un poco y poco mas espesa, las venas ya no son lo suficientemente fuertes, un corazón débil y cansado choca a una realidad lejos de un cielo y una tierra. Queda en un medio, un purgatorio monótono igual que un ayer que se ve lejos de un mañana. Los corazones sin poder un poco más caminan lentamente en un espacio sin estrellas lejos un calido astro que endereza el trecho largo por recorrer, los pasos cada vez mas largos dejando pisadas mas lejos, sonriendo por un pasado y abriendo paso en el mundo.

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